El bádminton hace historia con el Lanzarote Raqueta Club
El club conejero apunta a estar en la élite en los próximos años
En Lanzarote el bádminton siempre ha dado grandes titulares y buenos momentos a los deportistas de la isla, pero el Lanzarote Raqueta Club no ha dejado de trabajar hasta conseguir la larga lista de éxitos con la que cuenta en la actualidad, presencia en liga nacional incluida, lo que no quita para que desde la entidad conejera prometan continuar en la misma línea para seguir ese recorrido hasta lo más alto de bádminton español.
Así lo pudimos saber con la intervención, en el último programa de Grada Cero, de Óliver Gausmann y Miguel Barbado. Ambos jugadores, pero también miembros del área directiva y técnica, respectivamente, del Lanzarote Raqueta Club, equipo que debutará en la Primera División Nacional Bronce, hito histórico que no había logrado ningún canario hasta ahora.
“Tenemos detrás un gran equipo directivo muy comprometido, que ha trabajado para impulsar este club y que ha logrado que actualmente seamos el club deportivo lanzaroteño con más licencias federativas en las islas”, señala Gausmann quien, con esos datos sobre la mesa y sumado al alto nivel de competición demostrado por los volantes conejeros, no duda al afirmar que “Lanzarote es la isla canaria capitalina del bádminton”.
Pero la gran labor del Lanzarote Raqueta Club ha sido la de no conformarse y de seguir aspirando en una línea ascendente. Es por ello por lo que han llegado nuevas caras al equipo conejero, como la del propio Miguel Barbado, campeón de España en varias ocasiones.
Se conocieron la temporada pasada y el acuerdo entre ambas partes no tardó en llegar a un punto en común. Entre otras cosas debido al potencial conejero, así como el proyecto ambicioso que abandera el Lanzarote Raqueta Club.
“Estoy muy bien, viviendo esta experiencia única. Aquí me siento como en casa”, afirma Barbado, “además, el grupo que llevo es muy bueno. Va desde los 15 a los 42 años, un grupo muy diverso y de diferentes niveles. Está genial, la verdad es que me encanta”.
La incorporación de Miguel Barbado sirve de prueba sobre ese trabajo realizado por el club por seguir evolucionando y desarrollando el bádminton en Lanzarote para poder medirse contra los mejores. Se trata de un trabajo a largo plazo, pero con el que ya se ha tenido resultados.
Como bien detalla Óliver Gausmann, “en estos tres meses hemos visto como se han conseguido hasta cinco medallas en el Campeonato de Canarias de Bádminton”. No es más que un ejemplo de algunos de los objetivos cumplidos por el Lanzarote Raqueta Club, quien consiguió que toda su expedición se subiera al pódium de dicha competición autonómica con dos oros, dos platas y un bronce.
Además, ser el primer equipo canario que disputa la Primera División Nacional Bronce ha servido para que a finales de marzo también se celebre unas de las mangas en instalaciones conejeras, lo que habla también de ese gran trabajo del club tras obtener el visto bueno de la propia Federación Española de Bádminton.
Esta liga nacional llega con novedades, disputándose cuatro mangas cuya puntuación es por equipo, saliendo vencedor aquel que consiga más victorias entre los siete partidos de cada manga.
“No estamos mal con respeto a los otros equipos, pero hay que seguir mejorando”, explica Barbado, “con esa ambición he venido aquí, para poder mejorar y llegar a División de Honor, donde están los mejores”. Quien liderara el ranking español y participara en diversos campeonatos europeos y mundiales, también admite que dicho objetivo se espera alcanzar en unos cinco o seis años, “ahora mismo somos los novatos del grupo, así que vamos a ver qué pasa, pero con mucha ambición”.
La trayectoria internacional de ambos miembros del Lanzarote Raqueta Club sirve para que el equipo se vaya nutriendo de esos conocimientos y aptitudes que se dan en la élite internacional y así seguir progresando deportivamente.
Tanto Óliver como Miguel están de acuerdo en encontrar mayores carencias técnicas en el bádminton canario. “Es en donde destacan menos”, admite Barbado, “pero los deportistas de aquí son mucho más físicos, son un portento. En la península no ves jugadores así, tan corpulentos, tan fuertes y explosivos”.
Gausmann hace un diagnóstico y encuentra el problema en las limitaciones geográficas. “La carencia técnica quizá sea por ese hándicap que tienen los jugadores de Canarias de poder expandirse y competir fuera de su zona, para poder coger conocimientos de otros jugadores y otros clubes”, afirma el también árbitro internacional, “por eso es bueno la idea de traer a gente como Miguel, para impulsar esa técnica y desarrollando el bádminton en Lanzarote”.
Lo que está claro es que el buen hacer del Lanzarote Raqueta Club ha logrado que este deporte deje de ser considerado como minoritario en las canchas conejeras, estando presente en los siete municipios, con 11 escuelas y casi 500 jugadores.
