El Magec Tías sufre pero logra la victoria ante el Ulla Oil Rosalía
A falta de tres partidos el equipo lanzaroteño está fuera del descenso
Quizás fuera por la presión de jugar un partido prácticamente vital o simplemente porque parecía que no era su día, pero el Magec Tías “Contra la Violencia de Género” se vio sorprendido por el Ulla Oil Rosalía desde el comienzo del choque en el que se jugaban la última plaza de la Liga Femenina 2.
El equipo gallego, que no hizo rotaciones a lo largo de los primeros 10 minutos de partido, salió con mucha mejor cara que las locales, a las que ganaba en casi todas las acciones, menos en los rebotes, donde ahí tenía la voz cantante el Magec Tías. Sin poder ir nunca por delante en el marcador, las lanzaroteñas veían con asombro y con alguna mala decisión, como su rival tenía mejores porcentajes de tiro, mientras que su aro parecía mucho más pequeño, sin posibilidad de anotar.
En el segundo cuarto, comenzando con el marcador de 9 a 17, se fueron ampliando poco a poco las diferencias, que llegó a ser de 21 puntos. Leocadio Pérez pedía tiempos muertos para intentar cambiar lo que pasaba en la cancha, pero no daba con la situación correcta. Por su parte, el técnico gallego, que seguía confiando en prácticamente las mismas jugadoras de inicio, salvo dos cambios, veía con tranquilidad lo que pasaba. Con un 60% de aciertos en triples, nada podía hacer un equipo que, aunque defendiera bien, veía como la puntería de su rival estaba más afinada que nunca. Ángela González y Sara Corredoria, con 3 triples cada una, habían hecho un destrozo a la zaga local, que peleaba con impotencia por un partido que parecía que se les iba. Al descanso, 31-45 para el Ulla Oil Rosalía y mucho que mejorar para las canarias.
Comenzó la segunda mitad y lo hizo con muy buenas sensaciones para las lanzaroteñas, que conseguían un buen parcial de 8 a 0 para demostrarse que se podía soñar en la remontada. El acierto en el tiro rival iba mermando, víctimas del cansancio, mientras que las locales, mucho más frescas en su juego, fueron consiguiendo reducir el espacio creado en el marcador. Sara Duarte, que recordó a la jugadora que fue antes de la lesión, se ponía al equipo en la espalda y tiraba de él. Con un triple conseguía levantar el ánimo más que nunca a sus compañeras cuando parecía que no se podía reducir más las diferencias y poco a poco la moral de unas fue moviéndose inversamente a la de las otras. El técnico gallego pedía tiempo muerto, pero no conseguía apagar la euforia lanzaroteña, que aunque seguía por debajo en el marcador, veía la luz al final del túnel. Acabó el cuarto con el marcador de 52 a 57 y 10 minutos de auténtico infarto.
Y llegó el último cuarto, un cuarto donde a los 2 segundos de comenzar ya se vio que algo iba a pasar, con un robo de María Esperanza Delgado y la definición bajo canasta para reducir más las diferencias. Y así, poco a poco, el marcador lanzaroteño seguía creciendo, mientras que el visitante, se había quedado atascado, hasta sumar un parcial de 23 a 0 para las locales, a las que les salía todo lo que ponían en práctica. Leocadio Pérez empezó a jugar con las rotaciones en defensa-ataque, Iranzu era todo un pulmón robando balones, Maimouna (que volvió a firmar otro doble-doble) aparecía de la nada para interceptar pases, Camille se dejaba la piel en cada balón, Regina volvía a sonreír y disfrutar del baloncesto y Carolina Mateo, en plan estrella, aunque le sumaran una personal de más, era el faro a seguir por el resto de sus compañeras.
Se vio al Magec Tías “Contra la Violencia de Género” de las grandes ocasiones, el que trabaja como equipo, el que sufre junto, el que sonríe junto, el que disfruta junto y el que, aunque pierda, lo hace junto. Esta vez la moneda iba a salir del lado del Magec, porque así estaba caminando el partido. A falta de 2 minutos conseguía la primera canasta del cuarto Rosalía y alguno pensó en lo peor, pero las que estaban en la cancha lo tenían claro. La victoria se quedaba en Lanzarote y el farolillo rojo, se iba de la isla. Victoria, 70 a 61 y, a falta de tres partidos, el Magec Tías, está fuera, no solo de la última posición, sino del descenso. Todavía queda mucho por trabajar, mucho por sufrir y, esperemos, que mucho por celebrar.