Mi grata experiencia en la Club La Santa Night Run
Artículo de opinión de Moisés Clavijo, directo de GradaCero
Por Moisés Clavijo
El pasado 19 de noviembre tuve la oportunidad de vivir desde dentro una nueva edición de la Club La Santa Night Run, prueba que ha dado un salto de calidad gracias a la combinación de deporte, cultura y diversión. El estadio del Club La Santa se convirtió en unas horas en un espacio deportivo y social en el que triunfó el buen rollo y la buena música.
Para empezar, Club La Santa preparó una agenda para que en la recogida de dorsales no fuese un caos y días antes de la celebración de la prueba cada corredor recibimos un email con los diferentes horarios que podías elegir para retirar tu dorsal. Llegar y saber que no tienes que hacer cola para obtener tu bolsa del corredor siempre es un valor añadido.
Ya con mi mochila y dorsal, concienciado de que no había vuelta atrás me fui directo al estadio del Club La Santa porque a falta de horas para el pistoletazo de salida arrancaba el concierto estrella de esta edición, una actuación de El Vega Life que nos dejó a todos con el cuerpo preparado para afrontar cualquier desafío, incluso más allá del deportivo ya que el cantautor canario deja en sus canciones mensajes de positividad y optimismo.
Una hora antes del comienzo de la prueba y ya con la oscuridad de la noche presente, se empezó a generar un momento mágico con muchas luces adornando todo el recinto y el brillo de las pulseras, collares, anillos… que se habían “fabricado” los propios participantes gracias a las varitas luminosas que había repartido la organización a todos los corredores.
Tras acabar de bailar las canciones de El Vega, con la adrenalina a tope, mi dorsal puesto y mis llamativos adornos luminosos bien sujetos ya estaba listo para recorrer los 4 km del circuito. Con el deseo de correr y hacer una buena marca pero sobre todo con ganas de disfrutar de la experiencia. El gran Depa fue el speaker de la prueba y sus palabras de ánimo fueron la última chispa antes de dar la primera zancada tras escucharle decir su particular: “3,2,1…”.
Y, ¿cómo me fue en la carrera?. Pues en los primeros 300 metros fui un poco en el aire creo que me dejé llevar por los ánimos de la gente situada en los alrededores del recinto así que mis pulsaciones iban a 1000 y la respiración entrecortada. Tras sobrepasar esa euforia inicial ya busqué un ritmo en el que pudiera disfrutar de verdad de esta carrera. Para recordarnos que era una fiesta del deporte la organización instaló varios puntos de luz y música en diferentes puntos del recorrido. Esto me ayudó a no decaer e incluso a sacar alguna sonrisa ya que algunos participantes tuvieron tiempo de hacer algún baile rápido y seguir con su carrera.
Tras dar la vuelta a la Laguna de La Santa tocaba entrar de nuevo en las instalaciones del Club La Santa y llegar al estadio fue el momento más destacado. Música, luces, fuegos artificiales, mucha gente animando y estar corriendo por una pista de atletismo por la que han corrido grandes deportistas te hacen dar lo máximo aunque las fuerzas ya sean las justas. A pocos metros de entrar a meta Depa dice mi nombre y saca mi última sonrisa de la carrera.
Fin de la carrera pero no de la fiesta. Después de estar varios minutos comentando la carrera con familiares y amigos, nos vamos de nuevo a la zona del concierto para seguir bailando, esta vez con el grupo Sin Cobertura y un Deejay. En la otra zona del estadio también habían instalados varios food truck en los que los participantes pudimos reponer fuerzas con una oferta gastronómica muy variada .
Una auténtica experiencia la vivida en esta edición de la Club La Santa Night y que recomiendo a todos los que les gusta el deporte y la diversión. Gracias al Club La Santa por la invitación y espero estar el año que viene con el objetivo de poder asumir de nuevo el reto y afrontar los 8 km de carrera.
