Los cielos de Lanzarote serán escenario del Open Internacional de Canarias de Ala Delta

Plácido Cabrera nos habló en GradaCero del éxito de participación de esta edición del evento

El último programa de GradaCero se abría de la mano de Plácido Cabrera, presidente del Club Vuelo Libre Zonzamas, entidad que organiza el Open Internacional de Canarias de Ala Delta, previsto desde el 4 al 10 de diciembre, que este año está de celebración con sus bodas de plata.

Veinticinco ediciones a sus espaldas prueban que es un evento más que consolidado gracias a la gran acogida con la que cuenta cada año. La recepción es notable no solo en número, con 67 de las 70 plazas ya ocupadas, sino también en nivel, ya que la prueba lanzaroteña es valedera para el ranking mundial de pilotos, por lo que muchos nombres de prestigio no dudan en acudir a este Open canario.

El evento cuenta con la consideración como FAI 2 por la Federación Internacional Aeronáutica, sumado a que “es la última prueba del año, muchos pilotos internacionales aprovechan para coger puntos aquí. Por eso llegan aladeltistas de reconocido prestigio”, señala Cabrera, destacando nombres dentro de los primeros puestos mundiales como Mamfred Ruhmer, tres veces campeón del mundo; Blay J. Olmos Quesada, campeón nacional; o Chistian Pollet, campeón francés.

“Estamos super contentos con la participación de este año. Creo que vamos a agotar a las 70 plazas, cifra a la que nunca hemos llegado. Tenemos que estar contentos y agradecidos de la afluencia de pilotos que vamos a tener en esta edición número 25 en la que muchos han elegido Lanzarote para volar”, afirma Plácido Cabrera mencionando también que el ambiente de la competición se vive desde hace unos días.

“Ya podemos ver a gente por la presa de Mala volando por allí”, nos comenta Cabrera, y es que los competidores “suelen venir con tiempo para conocer la zona. Además, muchos de ellos suelen estar un mes aquí de hospedaje y no solo la semana de competición”.

Precisamente ese es uno de los aspectos a reseñar debido a que el Open Internacional de Canarias de Ala Delta que se celebra en Lanzarote logra ejemplificar la gran compatibilidad que existe entre deporte y turismo de calidad. Sobre todo en este caso, donde a las características de la prueba se le une que además es el único sitio donde se puede volar en estas fechas.

Los cielos de Lanzarote serán surcados en tres modalidades diferentes: clase 1, clase 1 sport y clase 5. Los pilotos tendrán que elegir la mejor estrategia para recorrer en el menor tiempo posible las balizas virtuales que componen el trayecto cuya localización se dará a conocer el día anterior. Así lo desprendemos de las palabras del organizador, “normalmente con unos días de antelación es suficiente para concretar la zona. Los despegues habituales van a ser Mala, las laderas pequeñas y Chimida en la zona de Teguise, la ladera de El Cuchillo en Tinajo y Montaña de Guardilama en la Asomada. Con esas localizaciones tenemos cubiertos prácticamente cualquier dirección de los vientos”.

Plácido Cabrera también sacó tiempo para contar en Grada Cero cómo se vive la competición desde dentro, como piloto. “Es muy técnico, tienes que coger la altura suficiente para poder tener margen de maniobra para llegar al siguiente punto sin hundirte”, afirma el presidente del Club Vuelo Libre Zonzamas, “además, la técnica no es la misma a pesar de que sea el mismo sitio, sino que cambia según las condiciones meteorológicas del momento”.

Como curiosidad, Plácido también nos descubre que los pilotos no siempre están solos en las alturas, “tenemos contacto por radio con compañeros para ir ‘cantando’ dónde está la mejor zona, para ir ayudando hasta llegar al gol (última baliza), conseguir térmica para ganar altura y poder mantenerte en todo el trayecto”.

Todo ello se podrá disfrutar desde el próximo día 4 hasta el 10 de diciembre. Se podrá seguir la competición a través de las redes sociales, siendo también el mecanismo para ir informando a los aficionados y espectadores para que conozcan la zona de despegue y aterrizaje, y se animen a asistir a un evento que ya es histórico y que cumplirá sus veinticinco años.