Ray Zapata de cara a los JJOO de París: "Es momento de divertirme y arriesgar"
El subcampeón olímpico nos contó cómo se plantea los próximos Juegos Olímpicos
El medallista olímpico, Ray Zapata, sacó algo de tiempo en su breve descanso de regreso a Lanzarote para estar en el último programa de Grada Cero, desde donde nos contó los entresijos para llegar al próximo objetivo marcado que no es otro que los Juegos Olímpicos de París 2024.
Colgarse toda una medalla olímpica no está al alcance de muchos, que se lo pregunten si no al hispano-dominicano Ray Zapata, afincado en Lanzarote desde los 10 años, que va de camino a sus terceros Juegos Olímpicos tras estar presente en Río de Janeiro (2016) y Tokio (2020), logrando en la cita nipona esa histórica plata en la prueba de suelo. El hito olímpico de Zapata fue histórico para España, logrando colocar de nuevo a Lanzarote en el mapa, lo que no quita que haya tocado techo, y es que el gimnasta sigue trabajando para volver por todo lo alto a la competición olímpica.
"Estoy todos los días entrenando, mañana y tarde", señala un incansable Ray Zapata, "también compitiendo. Recientemente estábamos en el Campeonato del Mundo de Liverpool. Estamos en periodo de clasificación, con muchas ganas en un año preolímpico, con mucha ilusión". Mucho trabajo, como no podría ser de otra forma, para que el equipo español esté entre en los mejores mientras ya se siente la cercanía de los próximo JJOO, de ahí un cambio de chip mental que reconoce el propio lanzaroteño.
"Estamos afrontando las competiciones como con un poco más de seriedad para escalar puestos y estar entre los mejores del mundo, como hemos hecho hasta ahora", afirma quien también ha logrado un oro europeo y un bronce mundial en 2015. No es para menos, el equipo de gimnasia viene de una importantísima cita mundial donde han logrado un sexto puesto, "un resultado que no se conseguía desde hace quince años. Aquella vez se logró porque faltaron algunos países que tuvieron problemas para trasladarse", señala con precisión un Ray Zapata que se mantiene ambicioso, "estuvimos ahí, soñando a lo grande. Ahora solo nos queda el año que viene, con el próximo Mundial, buscar estar entre los 12 mejores del mundo para estar clasificados para los JJOO. Ya estamos entre los 6, pero hay que seguir escalando".
A nivel individual no fue el mejor Mundial de Zapata tras haber sido penalizado al salirse de la pista, por lo que no pudo clasificarse para la final. "Me quitaron una décima por mi error", reconoce con tranquilidad el atleta olímpico a quien no le supone un freno lo acontecido en Liverpool, "lo que hemos pensado ahora es meterle más dificultad al ejercicio. Tengo 29 años, voy a ir a París, no sé si podré estar en los siguientes JJOO, así que, ya que me quedan dos años para intentar repetir una medalla y vivir unas olimpiadas, voy a intentar darle con todo. No tengo nada que perder ya, así que ahora voy a divertirme, a jugármela bastante, con inteligencia siempre, pero sí que es verdad que es el momento de arriesgar en cuanto a elementos de gimnasia, subir la dificultad y rezar para no salirse de la pista", afirma mientras bromea con esa alusión final a lo que le sucedió en Reino Unido, demostrando que no dejará que sea un impedimento para clasificarse para París.
Ha sido un camino duro hasta llegar a la mayor competición deportiva del mundo y, además, regresar a casa con una medalla. Hay que recordar que un joven Ray Zapata, con 17 años, intentó entrar en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, pero sin demasiada fortuna. "Me dijeron que no valía, que era muy mayor y que tenía muchas carencias técnicas, cosas que era verdad. Pero las ganas y el potencial que tenían también se podían ver", explica el gimnasta, "un poco más adelante, Gervasio Deferr se retiró y, junto con mi entrenador Francis del Club de Gimnasia Isla de Lanzarote, fuimos para Barcelona. Cuatro años después, vivo en Madrid, tengo una medalla olímpica y se ha demostrado que no tuvo buen ojo aquel señor que decía que yo era mayor".
Ray siguió luchando hasta llegar a donde muy pocos alcanzan. Como reconoce el gimnasta, es muy complejo llegar a unas Olimpiadas y además poder demostrar todo el trabajo que hay detrás. "Es una pena, pero incluso hay deportistas que consiguen clasificarse, ir a los JJOO y no poder competir debido a alguna lesión; o como ha pasó en Japón si no pasabas los controles de COVID". Es por ello por lo que Zapata valora, como no podría ser de otra forma, todo esa dedicación y sacrificio hasta llegar a las Olimpiadas, todo ese camino y las etapas que hay ir quemando. "Solo estar en el proceso de clasificación para unos JJOO ya te hace ser especial, te da un plus que hay que agradecerlo", sentencia el subcampeón olímpico.
En cuanto a la gimnasia, Zapata reconoce que tiene su peculiaridad porque "por muy preparado que estés no significa que vayas a ganar. No es una carrera de 100 metros lisos en la que sabes que tu marca la vas a hacer porque corres en ese tiempo. En gimnasia puedes tener una orientación aproximada de la puntuación que vas a sacar, pero nunca sabes realmente lo que te pondrán los jueces, porque depende de su perspectiva y no 100% de ti", asume el lanzaroteño sin problema alguno, "hay que contar con ello, ya que sabemos que eso es así. Vamos a soñar con clasificarnos y vamos a luchar por ser los mejores".
En cuanto a la estrategia de un medallista olímpico, Ray es claro, afirma centrarse sobre todo en sus capacidades, sin preocuparse demasiado por sus oponentes: "No me suelo fijar en los ejercicios que hacen los demás para meter más o menos dificultad, sino que me pongo más objetivos personales míos como hacer elementos nuevos o movimientos que nadie ha hecho. Me gusta innovar un poco. Conlleva un riesgo alto, pero es la parte de la gimnasia que me gusta, que se me vea algo diferente con respecto al resto".
Esa búsqueda por la originalidad ha hecho que el gimnasta ya destaque entre el resto, contando en su haber con dos elementos nuevos que llevan su apellido, 'Zapata I' y 'Zapata II'. A ese nivel de innovación no se llega sin antes fallar innumerables veces, con muchas pruebas, mucho trabajo y, sobre todo, muchas caídas. "El suelo me lo he comido muchas veces. Caerse de cara es lo más normal, soy experto en caerme de cara" ríe con la naturalidad que caracteriza al gimnasta, "inventamos el 'Zapata II', que es un elemento que no va a hacer nadie. Yo no lo voy a volver a hacer o no tengo pensado hacerlo otra vez porque es que hay que estar como una cabra para hacerlo. Es un doble mortal hacia delante extendido, en plancha, con giro y medio. Pero esto es lo que me motiva para levantarme por la mañana para ponerme a prueba y ver de qué soy capaz".
Precisamente esa ambición y energía que desprende es la que ha hecho que pocos duden de su presencia por tercera vez en unos JJOO. Le espera París 2024, desde donde promete dar mucho de qué hablar, "aún queda bastante tiempo, pero yo me veo bien, tengo muchas ganas". Para ello primero tendrá que agotar la última bala en el último mundial clasificatorio para las Olimpiadas, "creo que no vamos a tener ningún tipo de problema para conseguirlo, e incluso vamos a luchar por conseguir una medalla en equipo que es algo que nunca se ha hecho", explica con esa mentalidad siempre insaciable, pero sobre todo ganadora.
Como bien resume Zapata, "si pensamos estar entre los 3 primeros del mundo es que vamos a estar entre los 12 equipos clasificados, así que vamos a estar en los JJOO seguro. No perdemos nada por luchar para estar más arriba, lo único que podemos sacar de eso es beneficio. Tanto el equipo como yo a nivel individual, vamos a estar luchando como siempre. Ahora con más ganas, intentar pasármelo bien en el proceso, inventar cosas nuevas, innovar y otra vez dar la alegría a toda Lanzarote y a toda España por supuesto".
El gimnasta reconoce también estar implicado con el deporte en la isla, adelantándonos que se está trabajando para intentar conseguir sacar adelante un proyecto que instale una infraestructura profesional para poder acoger a deportistas de élite. "Me han preguntado muchos compañeros profesionales que si podrían venir a entrenar a Lanzarote. Obviamente les aconsejo el Club de Gimnasia Isla de Lanzarote, que es el único centro que está adecuado para poder entrenar y aun así no está del todo preparado como para que vengan gimnastas internacionales a hacer una pretemporada", se lamenta Zapata.
"A mí me encantaría poder entrenar en Lanzarote una buena época del año, pero no podemos hacerlo. Estamos luchando para ver si sale el proyecto adelante para por lo menos conseguir que las próximas generaciones puedan disfrutarlo", sentencia un Zapata, cuya figura como embajador olímpico de Lanzarote bien podría ser aprovechada para que la isla siga progresando en ese turismo deportivo de calidad que tanto ha promovido durante los últimos años.