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Óliver Acuña: "Aunque sean ya muchas ediciones, todos los años hay que afinar algo"

 

El director técnico de la Travesía La Bocaina nos hizo un balance de la 23ª edición de la prueba

  • Gradacero.es
  • El pasado 14 de octubre la Travesía La Bocaina Lanzarote-Fuerteventura cumplió con su vigésimo tercera edición para volver a ser una de esos eventos deportivos que cuentan con una amplia trayectoria.

    Para llegar a las mencionadas cifras, se realiza mucho trabajo detrás del que se encarga el equipo de Oliver Acuña, uno de los invitados del último programa de GradaCero y que nos ha dado algunos detalles de lo que significa organizar una de las pruebas ya míticas de la isla.

    "Aunque sean ya muchas ediciones, todos los años hay que afinar algo", nos cuenta Acuña, "sí es cierto que ya la experiencia te lleva a saber dónde corregir algo, pero logística y estructuralmente la prueba lleva mucho trabajo durante mucho tiempo".

    La Travesía La Bocaina Playa Blanca-Corralejo ha logrado ser un referente gracias a ser una competición de aguas abiertas que cumple con todas las exigencias de seguridad. En palabras del propio Oliver Acuña: "Hay más voluntarios y personal de asistencia que los propios nadadores. Si la participación está ahora limitada a 80 competidores, tenemos como mínimo 120 personas velando por su seguridad".

    La vigésimo tercera edición dejó una nueva imagen para el recuerdo con esos cuatro ganadores que cruzaron la meta al mismo tiempo, 4:22:56. Se trata de los compañeros e integrantes del equipo CN Nadamas Lanzarote: Kennedy Hope, Andreu Jaén, Juan José de Armas y Gustavo Lorenço.

    Todo ellos, junto con el resto de participantes disfrutaron de las siempre excelentes condiciones meteorológicas lanzaroteñas, aunque en esta ocasión tardaron un poco en llegar.

    "La mañana fue un poco ventosa, aunque poco después el viento aminoró", describe Acuña sobre la salida a las 8:45h. en Playa Dorada camino a Corralejo, "el viento tenía dirección de este a oeste, con la marea subiendo, por lo que también empujaba al este", motivo por el cual el trazado tuvo que modificarse en comparación con el que es habitual, por lo que en esta ocasión la dirección de los nadadores fue hacia el faro.

    Todo ello hizo que esta edición ganara un punto de dificultad porque la distancia se alargó alcanzando incluso los 17km, debido a que, como bien explica Oliver "al final no se marca una línea recta; La Bocaina tiene unos 14,6km, pero siempre en un trazado recto, así que en realidad siempre se hace un poco más".

    Lo que no quita para que los nadadores disfrutasen por todo lo alto mientras conectaban a las dos islas vecinas, siempre de forma segura. "Es evidente que el arropamiento que da la seguridad de los asistentes de salvamento y los kayaks. Al nadador le dan la sensación de que no está solo por lo que siempre se siente seguro", afirma Acuña sobre esa sensación imperante que tiene que estar siempre presente tanto en la Travesía Internacional La Bocaina como en el resto de pruebas a mar abierto que el propio Acuña organiza: "Uno de los temas que más valoramos es el de la seguridad y el apoyo del nadador en el agua, por lo que vamos más allá de la regulación que existe al respecto".

    Precisamente, velar por que se dé un evento deportivo cien por cien seguro, es una de las grandes complicaciones, también con la estructura de competición entre los propios participantes. Y es que La Bocaina dispone de diferentes grupos de velocidades para poder sacar la máxima rentabilidad de la asistencia de seguridad y salvamento, de modo que se pueda llevar un mayor control entre los participantes.

    Se dan así muchas historias con la Zoe Kalenka, quien cumplió 15 años el mismo día de la competición y se convirtió en la participante más joven de La Bocaina. No es de extrañar, teniendo en cuenta su gran palmarés y siendo una de las grandes promesas de la selección alemana. "También podemos recordar la participación de David Meca, quien además repitió otro año en el que el propio Meca compitió con un majorero en mono aleta; o a un invidente danés que iba guiado por una embarcación mientras competía", recuerda Acuña sobre esos numerosos episodios que se guardan en el recuerdo tanto nadadores como aficionados que lo viven estando presente en cada edición.

    Acuña recuerda además que el récord de esta travesía está en manos de Kimbo Vallejo, quien completó La Bocaina en 3:28:08 en 2019, año en el que Rebeca Santos, doble campeona máster de Europa y del Mundo, mejoró el tiempo en categoría femenina, pulverizando también la marca de 3:39:44 de Guillermo Verdejo quien hasta entonces ostentaba el mejor registro antes de la participación de Kimbo. "Para todo aquel que quiera inscribirse a La Bocaina y hacerla en plan reto e intentar batir el récord", afirma un Oliver Acuña que ya piensa en la también gran competición la Travesía Playas de Papagayo, que ya ha abierto su proceso de inscripciones de cara a la competición del próximo 19 de noviembre.

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